O lo he soñado, o me han contado que Picasso, paseando un día por la playa, topó con una inglesa que pintaba a la acuarela. Provista de una poderosa caja de infinitos colores, se afanaba en representar el modelo no menos infinito que tenía a la vista. Picasso sin interrumpir su paseo le indicó: "es azul".
Mi caja de acuarelas es inglesa, muy coqueta y con los colores justos, regalo de Cristóbal. Con ella tracé esta nota en la playa. Afortunadamente para mí, Picasso no estaba ese día paseando por la playa de Castelldefels
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2 comentarios:
No me dirás que no te hubiera gustado la experiencia de Picaso haciéndote observaciones?...es como si yo estuviera escribiendo un poema y aparece Neruda...muy bonita la acuarela y el azul estupendo, claro que con agua marina :)...saludos afectuosos, ya tardabas en poner tus pinturas.
Seguro que con las acuarelas de los "veinte duros" también haría obras de arte...
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