Esa cámara de las maravillas, me lleva a pensar en la implicación de una serie de maestros y maestras en el conocimiento de este oscense, que fardaba de serlo hace cuatrocientos años. Y alivia de la serie de problemas, incomprensiones, fallos y prisas que ocurren cuando acometes un proyecto de este tipo. Puede que alguno de los alumnos y alumnas del colegio, cuando pasen los años, presuma también de su condición de ciudadano de Huesca. No será poco.

No se puede negar que el rincón ha quedado precioso y completo. La imagen de Vincencio Juan de Lastanosa, tomada de José luis Cano, preside el gabinete.También hay espacio para los libros, los mapas, las colecciones de todo. Una hermosa cámara de las maravillas lastanosina, al alcance de los más pequeños.

Se concede a la alquimia un papel preponderante (el que seguramente tuvo en la casa de Lastanosa). No en vano el prócer oscense tuvo a pan y cuchillo, en su casa del Coso Alto, durante al menos tres años, a un alquimista italiano dedicado a fabricar oro potable...

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