El chiringuito y la cantera


La playa de Castelldefels, que es la playa de mi juventud, ha sufrido algunas transformaciones que la han dejado como para que no la conozca ni la madre que la parió, a saber, la naturaleza. Los chiringuitos, cutres hasta allá abajo, han sido sustituidos por unos restaurantes playeros que salpican el paseo marítimo. Además en la playa, los nuevos chiringuitos de diseño como el que aparece en la acuarela, para los apuros, las sombrillas y las hamacas. La acuarela está perpetrada con agua de mar. No sé si eso influirá en su conservación pero espero que el color perdure hasta que la emplee como boceto para una tela que imagino de dos por uno y pico (y en horizontal, pese al formato de la acuareleta)
La comparación entre la calma del chiringuito y la cantera del fondo, todavía en activo para las fábricas de cemento del Garraf, supongo, y en ocasiones humeante tras el correspondiente petardazo, me pareció un tema con el que inciar en su día una serie de contrastes, por ejemplo.
Mirando hacia afuera, el azul. Y poca gente bajo las sombrillas. El día era laborable y no hay que olvidar que Castelldefells, pese a los cambios, o quizás por ellos, sigue siendo la playa de Barcelona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me asombra encontrar una playa tan vacía aunque sea Castelldefels en pleno mes de agosto en Cataluña...la verdad yo estaba en Cambrils, pintar no pinto nada, pero te puedo asegurar que la foto de las multicolores sombrillas es espectacular...muy bonita por cierto la acuarela, quizás si te acercas puedas oler el salado aroma .Saludos