volvamos a la pintura



Un buen sitio para volver es Granada, sin duda. El asunto está tomado de algún rincón del Generalife y ha visto versiones variadas a lo largo de los años. Pero todas sobre el mismo soporte (si se mira por detrás se evidencia el paso de los años). No se si la foto es muy mala o si realmente la tela tiene ese aspecto de veladura lechosa. Retomar una tela, que has considerado acabada en algún momento, y proporcionarle un nuevo acabado es ejercicio habitual, al menos en mi estudio. Ocurre con el espacio pictórico algo similar a lo que pasa con el espacio que utilizas para pintar (que también podría definirse como espacio pictórico ¿no?). Cada cierto tiempo cambia de aspecto. Creo que hay quien piensa que cada ser tiene un espacio en el que se encuentra bien. Recuerdo haber oído, o haber soñado a alguien explicando que los árboles que crecen torcidos es porque no se encuentran a gusto con el sitio por el que deben crecer rectos. Los pintores debemos de tener difícil eso del espacio adecuado. Al menos a mí me cuesta mantener el dedicado al trabajo con un aspecto uniforme. Pese a lo que a mis hijos les aterra lo rodenado que tengo, según ellos, el estudio. Para los gustos los colores. Y para los colores, Granada.

Navidad

Una mesa para el día de navidad. Dieciocho comensales, crecientes en volumen año a año, pero que todavía cabemos en el comedor; ciento treinta canapés, a los que se añaden fiambres variados dispuestos a desaparecer en unos pocos minutos, mayormente a dientes de los más jóvenes pese al esfuerzo de algunos de los mayores.
(La mañana del día 25 se ha convertido, en el conjunto del año, en uno de los momentos en que puedo sentirme cocinillas, pinche, en todo caso, a las órdenes de la superioridad, claro... aunque siempre queda algún resquicio para la creatividad. Este año, por ejemplo, cazueleta de hojaldre con fondo de crema de roquefort y picada de oliva, pepinillo y langostino. No estaba mal del todo para ser producto del "rebañe" de algunos recipientes...)
Luego el resto de la comida y finalmente los regalos del amigo invisible que adquiere visibilidad sin demasiado trabajo. Los más pequeños van cayendo tras las sorpresas y los adolescentes, que ya no volverán a cumplir los veintimuchos pero que se niegan unánimemente a abandonar ese periodo de carencias, se van de cafés y de lo que caiga.
Hasta el año que viene si dios quiere.

Martín Coronas, pintor

Ángel Azpeitia, mi director de tesis, y Pilar Bolea, Vicerrectora del Campus de Huesca, me acompañaron en la presentación del libro Martín Coronas, pintor, en el Museo de Huesca

Tesis, por fin

Por fin se ha editado el resumen de la tesis doctoral que defendí en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. Se presentó en el Museo de Huesca el pasado jueves y tuve la suerte de que el mantenedor fuera mi director de tesis, el doctor Azpeitia. Este es el artículo que ha publicado la edición digital del Diario del Alto Aragón. En la edición impresa de hoy se dice que es el primer libro que firmo como autor.
En realidad comenté en la rueda de prensa que me había hecho gracia la firma de un contrato en el que aparecía como autor y no como editor (que es lo suelo hacer como director del IEA). Me refería que era el primer libro que publicaba con un contrato de por medio, claro.

VIVIÓ ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX

Fernado Alvira recoge en un libro la obra del pintor Martín Coronas
El volumen, que resume su tesis doctoral, se presentó ayer en Huesca


A finales de los años 80, el actual director del Instituto de Estudios Altoaragoneses y decano de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca, Fernando Alvira Banzo, comenzó a estudiar los pintores altoaragoneses que vivieron a caballo entre los siglos XIX y XX, como León Abadías, Félix Lafuente y el jesuita Martín Coronas. Este encargo de la Diputación de Huesca supuso el punto de partida para una tesis doctoral, cuyo resumen recoge el libro “Martín Coronas, pintor”, presentado ayer en el Museo de Huesca.

HUESCA.- En el acto, que se desarrolló precisamente ante un San Lorenzo pintado por el protagonista del estudio, en una sala dedicada a la obra de los citados artistas locales de entre siglos, la vicerrectora del Campus de Huesca, Pilar Bolea, felicitó al autor “por poner en valor a pintores altoaragoneses, porque los estudios sobre ellos dentro de la Universidad de Zaragoza no eran abundantes y abría una vía de estudio importante”. Por su parte, el director del Museo de Huesca, Vicente Baldellou, comentó que “ya era hora de que apareciera algo sobre Martín Coronas, un magnífico pintor”.
El libro, editado por Prensas Universitarias de Zaragoza, es un resumen de la primera parte de la tesis doctoral “Martín Coronas Pueyo en la pintura altoaragonesa del periodo entre siglos”, que Fernando Alvira defendió en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza en 2002 y que obtuvo por unanimidad del tribunal la máxima calificación, sobresaliente cum laude.
Alvira, que también es pintor y miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, comentó que escogió a Martín Coronas, porque, de los pintores altoaragoneses de dicha época, “es el que me daba más juego, puesto que es comparable a la pintura de historia y el estudio de la iconografía podía ser tremendo”, si bien puntualizó que “la tesis no se cerró en esos sentidos porque las tesis no son, desde mi perspectiva, trabajos absolutamente cerrados, sino que tienen que abrir nuevas pistas y allí había una labor que me parecía que podía ser bastante interesante”. “Vi más filón en Martín Coronas, a pesar de que a lo mejor como pintor es el que menos posibilidades tuvo de desarrollarse, porque debió aprender solo”, argumentó.
Isabel ARA

navidad

La navidad provoca algunas reticencias por parte de quienes, solo con mucha dificultad, son capaces de diferenciar entre las creencias religiosas y el hecho cultural. Se montan "belenes" considerables y no solo en Monzón. También la plaza del Pilar y en algún colegio de Zaragoza. Hoy he recibido una felicitación que me desea un feliz solsticio de invierno, por ejemplo, de alguien acostumbrado al estudio de las tradiciones de nuestra tierra. Me ha sorprendido ya que si encuentra normal recoger historias de las que se contaban al amor de la lumbre, igual de normal debería de parecerle recoger villancicos navideños. Es alguien con quien comparto la opinión de que ser anticlerical forma parte de la esencia de los habitantes de estas tierras. Como ser proclive a la república o manifestarse adversario de la cultura anglosajona... Pero lo de rechazar la navidad me resulta complicado. A lo mejor son restos de la formación inicial que decimos por las facultades de educación. Entiendo la navidad como parte del bagaje cultural de esta tierra. Me interesa la cultura, ergo...
De todas maneras un parque nevado sirve del todo para felicitación de navidad. Con él deseo que el final del año y el principio del nuevo traigan a cada cual, y por descontado a los visitantes de este blog lo que más desee (que pese a ser lo primero que suele decirse, no acostumbra a coincidir con que te toque el gordo). Felices fiestas.

Decoracion

Las pinturas acaban decorado las paredes. Con mayor o menor disimulo, pero se convierten en piezas de decoración. De espacios más o menos públicos o privados, más o menos exquisitos, más o menos barnizados de matices culturales de alta, media o baja intensidad. Pero, finalmente, los cuadros decoran espacios. Cosa que, por cierto, resulta en algunos casos un motivo de satisfacción para el realizador.
No hace mucho aparecía una foto en el Heraldo de Aragón ilustrando una noticia de José Luis Pano, autor como habitualmente de la foto, referida a una reunión que había tenido lugar en alguno de los espacios de la bodega Enate. Y en las paredes algunas de las piezas de la colección de la bodega y de mi mano. Me gusta ver mis cuadros rodeados de personal tan circunspecto. Y que hayan pasado a ser decoración del espacio, pues también. Qué le vamos a hacer, es el ramalazo fallero del que suelo acusar a algunos de los escultores "urbanos", supongo