Decoracion

Las pinturas acaban decorado las paredes. Con mayor o menor disimulo, pero se convierten en piezas de decoración. De espacios más o menos públicos o privados, más o menos exquisitos, más o menos barnizados de matices culturales de alta, media o baja intensidad. Pero, finalmente, los cuadros decoran espacios. Cosa que, por cierto, resulta en algunos casos un motivo de satisfacción para el realizador.
No hace mucho aparecía una foto en el Heraldo de Aragón ilustrando una noticia de José Luis Pano, autor como habitualmente de la foto, referida a una reunión que había tenido lugar en alguno de los espacios de la bodega Enate. Y en las paredes algunas de las piezas de la colección de la bodega y de mi mano. Me gusta ver mis cuadros rodeados de personal tan circunspecto. Y que hayan pasado a ser decoración del espacio, pues también. Qué le vamos a hacer, es el ramalazo fallero del que suelo acusar a algunos de los escultores "urbanos", supongo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo eso es muy hermoso, pero creo que tu pintura tienes más calidad que todo esto de acabar en un salón de reuniones...pero es mi modesta opinión y ya sabes que yo sólo soy un creador literario menor...un saludo

Anónimo dijo...

Mientras, otros podemos presumir de tener decorado el pasillo con algunas reproducciones de plumillas (de Granada)... ;)